ELOÍSA, EL MENSAJE EN POSITIVO DE UNA ILUSTRE VISITA

Eloísa Tréllez Solís es claramente mestiza: mezcla de gitana y celta, nacida en Colombia, educada en España, hoy trabaja en Perú. Eloísa es también educadora ambiental de extensas trayectorias y cálidas palabras. Estuvo en Chile la semana pasada, derrochando su simpatía y dictando de paso una conferencia titulada “Desafíos y oportunidades de la educación ambiental en América Latina” a la que asistimos como Planeta Canelo.

Y dejó varias ideas para pensar y hacer mejores prácticas en educación ambiental: “Los educadores “profesionales” tenemos que “desprofesionalizarnos”, ser capaces de relacionarnos horizontalmente, entre personas, entre seres humanos, no entre especialistas”.
A propósito de la condición mestiza, señala: “Deberíamos rescatar y valorar más nuestras identidades, nuestras raíces. Pero no se trata sólo de valorar a los pueblos originarios. También tenemos que reconocer la riqueza de nuestra condición de mestizos. Casi todos somos mestizos. Somos frutos de múltiples cruces en la historia”.

Desde el punto de vista de enfoques metodológicos, Eloísa desliza algunas sugerencias provocadoras: “Cuando me piden ser “facilitadora” en los talleres, yo digo que prefiero ser “complicadora”. Para que haya una mejor discusión”.

Agrega que “Hay que trabajar el “vínculo” sensitivo con lo natural. No tenerle miedo a las arañas y a las culebras. Porque hoy vivimos en un “desvínculo” con la naturaleza”.

Para Eloísa, la educación ambiental “debe trabajar la responsabilidad, el compromiso, la conciencia. No puede plantearse desde el castigo y las multas. Hay de trasfondo una ética y una e-moción -así, separado- para enfatizar la idea de “moción”, es decir una emoción que nos pone en movimiento”.

Eloísa nos deja un mensaje de preocupación por lo que estamos viviendo en el mundo actual: “A propósito de desarrollo sostenible, tenemos que pensar de qué tipo de desarrollo estamos hablando. Porque lo más “sostenible” que vemos en el mundo, hoy por hoy, es la pobreza”.

Sin embargo, su llamada de fondo es al optimismo, a tratar de ser siempre positivos en el mensaje: “Hoy en América Latina estamos hablando del “buen vivir” como sentido del desarrollo. Vivir bien no es necesariamente vivir mejor. “Mejor” es en comparación y competencia con otros. Para vivir bien basta con estar bien”, nos dice Eloísa, a la vez que ofrece y promueve una educación ambiental con imaginación, con alegría, con arte y con humor.

Sean siempre bienvenidas las "mestizas" como Eloísa.